Cuando abordamos un proyecto de renovación o rehabilitación de una casa, seguimos un proceso estructurado. Primero, evaluamos la propiedad para identificar mejoras necesarias. Luego, desarrollamos un plan detallado con cronograma y presupuesto, y colaboramos con arquitectos y diseñadores.
Tras la aprobación, comenzamos con las demoliciones y supervisamos a los contratistas para garantizar calidad y cumplimiento de normas. Durante la construcción, cuidamos cada detalle, usando materiales de alta calidad. Finalmente, realizamos una inspección final para asegurar que todo esté en orden y la casa esté lista para sus futuros ocupantes.
Para realizar reformas posteriores, primero buscamos los permisos necesarios, investigando las normativas locales y presentando los documentos requeridos ante las autoridades competentes. Simultáneamente, identificamos inmuebles adecuados para las reformas, evaluando su estado actual y potencial de mejora. Este proceso incluye inspecciones detalladas y la consulta con profesionales para asegurar que las propiedades cumplan con los criterios de viabilidad y potencial de inversión.
